Desde que se eligió el gobierno popular, una de las interpretaciones más comunes ha sido la de decir que Mariano Rajoy había elegido unos ministros para quemarse tomando las medidas más duras para en unos meses hacer crisis de gobierno y así retomar impulso. Esta interpretación estaría reforzada por el hecho de que el presidente no ha sido quien ha dado la cara a la hora de anunciar las medidas más impopulares como sí han hecho los dirigentes de otros países.
Podría ser cierta esta interpretación, pero viendo un poco el perfil y el criterio con el que se han ido eligiendo los distintos responsables la pondría, cuando menos, en cuarentena. El hecho de que Rajoy haya seleccionado gente de su mayor confianza no parece apuntar a una visión tan utilitarista de los responsables de carteras ministeriales. Tampoco su propia personalidad ayudaría a esta interpretación. Mi impresión es que una de las cualidades de Rajoy es la fidelidad a los que le han apoyado, no es hombre de retirar rápido la confianza. Tenemos en este sentido el caso de Cospedal que ha mantenido la secretaría del partido aguantando las presiones de los que querían el cargo incluso después de ser elegida presidente autonómico.
En todo caso, piendo que si alguno se quema, será más por motivos de relación con el resto del gobierno que porque la calle exija su cese.
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