sábado, 20 de febrero de 2010

La dialéctica del cambio

Cuando Obama se presentó a las elecciones americanas esgrimiendo el argumento del cambio, no hizo mas que utilizar una de las herramientas con las que cuenta la oposición a su favor.

Por definición el cambio si cala en la opinión pública, siempre beneficia a la oposición aunque a veces el gobierno es capaz de presentarse a si mismo como el cambio. En todo caso, para Rajoy vender en España la idea de cambio parece muy clara y la debería ir utilizando de forma creciente. Un gobierno totalmente desgastado y sin crédito que llevará en el gobierno cuando se convoquen las elecciones 8 años y que ya generaba muchas dudas en el 2004 es presa fácil. No es necesario, ni siquiera, concretar el contenido del cambio; en estas circunstancias, la idea de cambio tiene suficiente peso por si misma e implica la necesidad real o percibida de algo diferente. No es necesario tampoco que Rajoy se presente a si mismo como quien personifica el cambio pues la propia idea de cambio ya de por sí descarta al presidente y beneficia a la oposición.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Rosa

En las pasadas generales, el partido de Rosa Díez logró representación en el Parlamento aunque era la primera vez que se presentaba. En números globales, sus votantes provenían a grandes rasgos 2/3 del Partido Popular y 1/3 del partido socialista.

En las próximas, el origen de sus votantes presenta algunas incertidumbres. En primer lugar, se puede prever - y así lo indican las encuestas - una subida en el número sus votos. Un escenario bastante probable es que el cambio en el sentido del voto de los votantes populares se frente por el deseo de echar a ZP del gobierno que es una motivación mucho mayor que el poco entusiasmo que despierta Rajoy. Más probable es que crezca en voto por el lado de los socialistas. En todo caso el volumen final de los que logre dependerá de la imagen que tengan los votantes de izquierdas de Rosa Díez. Esto es clave para saber la fuerza del flujo de trasvase de votos entre ambos partidos.

En todo caso si hay que apostar, mi apuesta es que el crecimiento de UPyD será mayor de lo que hoy muestran las encuestas y más si consigue aumentar su fuerza en las elecciones municipales y autonómicas.

lunes, 15 de febrero de 2010

El dichoso pacto por la crisis

Se me hace incomprensible la reacción del PP desde el punto de vista político a la petición del Rey de que se llegue a un acuerdo entre partidos para afrontar la crisis. En mi opinión les está pasando algo similar a lo que les pasó tras el atentado de la T4 en que tras mantener una posición acertada, por no saber gestionar el post atentado y negarse a unirse al resto de partidos, quedó la impresión de que al PP sólo le interesaba el tema para sacar rédito electoral. Lo más adecuado hubiera sido recoger el guante que le han lanzado y decir un sí claro, no un “no” o un “sí” con tantos peros que la impresión que queda es que en realidad no se quiere llegar a un acuerdo. Será luego, cuando se vaya viendo el contenido concreto de lo que se habla y lo que se pone encima de la mesa cuando se podrán ir rechazando o aceptando las propuestas. En todo caso siempre es posible apoyar al gobierno en aquellas cosas puntuales que sirvan para atenuar los efectos de la crisis en España y que no comprometan la política del PP cuando previsiblemente alcance el poder en el 2012. De esta forma matas 3 pájaros de un tiro: transmites la impresión de un partido con sentido de Estado (lo que es muy apreciado para quien aspira al poder, intentas que la crisis no sea tan desastrosa como con los socialistas (lo que es bueno para todos) y le quitas un clavo ardiendo al que agarrarse a ZP.

viernes, 12 de febrero de 2010

¿Adelanto de elecciones? No lo veo.

Existe un run run sobre la posibilidad de que se produzca un adelanto electoral por parte de Zapatero fomentado, sin duda por la delicada situación económica.

A menudo en política es un error no centrarse en el agente decisor para intentar prever el futuro y, en este caso, no es mas que ZP.

Lo primero es que convocar elecciones ahora es un suicidio cuando todas las encuestas dan al partido socialista como perdedor y en medio de la crisis económica. El ejemplo de Touriño en Galicia fue muy claro: convocó en medio de la crisis y perdió ( en su caso la alternativa era adelantar las elecciones). Lo más normal es que ZP intente retrasar lo mas posible las elecciones hasta que empiece a verse la luz al final del túnel.

Es esto se le suma que Zapatero no parece que crea que la causa de la crisis es su política y que esta esté implicando un empeoramiento de la situación. Por sus mensajes parece mas bien lo contrario, que la llegada de la derecha, culpable para él de la crisis, será mucho peor.

Lo único que queda es que no logre aprobar los presupuestos de este año lo cual sí es una posibilidad ya que esta vez no va a tener todo el margen para contentar a todo el mundo a base de más deuda pública. Incluso en este supuesto podría intentar prorrogar los actuales y, de esta forma, terminar prácticamente la legislatura y poder presentarse ante el electorado con nuevos "brotes verdes".

En todo caso ya veremos.

miércoles, 10 de febrero de 2010

ZP, presidente de la UE

Uno de los presupuestos con que el PSOE afrontaba la presidencia europea era que al suponer una tregua en la política nacional permitiría capitalizar la imagen de Zapatero como estadista gracias a sus reuniones públicas con líderes internacionales.

La realidad de estas primeras semanas ha sido justo la contraria. Por un lado ha internacionalizado los problemas económicos y de gobierno españoles poniéndonos en el punto de mira internacional. Por otro, la costumbre de ZP de lanzar propuestas de forma improvisada sin haber definido ni siquiera una estrategia política para su defensa social hace que la sucesión de declaraciones y contra-declaraciones amplifiquen la imagen de desconcierto del gobierno multiplicando su desgaste a nivel nacional.

Todavía queda tiempo para reconducir la situación pero la verdad es que lo tiene difícil ya que lo que se ha puesto en duda es la política económica por lo que no es sólo un problema de imagen sino de mucho más calado.