Con este post dejo ya el análisis de la sucesión de Zapatero que ha hecho aprovechando que en estas fiestas navideñas hay más tranquilidad.
Uno de los elementos más importantes a la hora de plantearse el tema de la sucesión de Zapatero, por lo que yo no veo claro un cambio antes de las elecciones (salvo que hubiera cambio de presidente, lo cual es harto improbable) es el hecho de que estas suelen levantar batallas internas lo que en momentos preelectorales puede resultar nefasto.
Ante esto las soluciones suelen ser tres: que el actual presidente tenga bastante fuerza para imponer un candidato (esto ahora no es el caso), que haya un sucesor que haya despuntado por si mismo (lo cual tampoco parece) o que se nombre un candidato de transición, que tenga un resultado electoral digno y que no tenga un peso muy alto para dejar la verdadera batalla por el poder para un congreso después de las elecciones. Hay alguna otra solución para intentar imponer un candidato y los miembros del partido pueden tragar si no se ven posibilidades electorales.
Como no tengo muy claro ninguna de estas soluciones, habrá que seguir esperando.
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