La interpretación que más ha calado entre las filas socialistas es que la culpa de las malas perspectivas electorales estaría en la crisis económica y en los recortes sociales a los que esta les ha obligado lo que les ha alejado de los ciudadanos en general y en sus votantes de izquierdas en particular. Su esperanza pasa entonces por intentar vender que un gobierno popular recortaría aún más en prestaciones sociales de lo que ellos han hecho. Para que esto cale en el electorado cuentan con que las autonomías recién conquistadas por los populares están tan mal que de alguna manera tendrán que aplicar la tijera y, además de reducir en cargos públicos, el bloque gordo del gasto se encuentra en educación y sanidad. Si el PP recorta en estas partidas el PSOE tendría alguna munición en el aspecto económico.
Yo creo que El PP por su parte va a intentar no recortar en temas impopulares al menos hasta que haya elecciones. La petición que ha hecho hoy de retrasar los pagos pendientes al gobierno nacional tienen algo que ver con esto (evidentemente no todo). Además saben que con la presión que hay sobre nuestra deuda obligará a Zapatero a anunciar nuevas medidas tan impopulares o más que las anteriores.
Como se puede ver, esto es como las películas americanas con dos coches que van uno contra el otro a ver quién se aparta primero.
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