Cada vez falta menos para las elecciones generales y la distancia entre el PP y el PSOE parece que se estabiliza por encima de los 15 puntos. Esto implicaría una pérdida de escaños enorme para el partido en el gobierno lo que deja un hueco muy grande para otras formaciones de izquierdas descontando ya el trasvase de votos a los populares. A esto hay que sumarle el hecho de que está cambiando el sistema de partidos aunque mi impresión es que los últimos en enterarse son los actuales partidos políticos.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues que no es descartable alguna sorpresa y un cambio en los actores políticos. Un avance mucho más importante de lo estimado de Rosa Díez o de Izquierda Unida o la entrada de algún partido que ahora no está en el Parlamento tipo Equo puede que se conviertan en fenómenos que vayan más allá de la actual coyuntura política. Es cierto que los casos citados suponen poca novedad con respecto a la vieja forma de montar un partido pero ya nos indican que algo se está moviendo. Dejando de lado su fondo de agitación popular, otros movimientos como el 15M nos muestran una oposición de izquierdas por ahora extraparlamentaria y que no se siente representada.
Los tiempos están cambiando y los partidos actuales ya no pueden confiar en el monopolio que han tenido de los medios de comunicación o de las fuentes de financiación para excluir a otros actores políticos. Hoy un blog puede llegar a competir con los medios de comunicación tradicionales o una buena campaña de captación de recursos puede llegar a ser mucho más poderosa que la financiación pública. Esto da nuevas oportunidades a quien no las tenía.
Llegará un día en que los dirigentes políticos se levantarán de la cama y se darán cuenta de que se han quedado desfasados.
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