No me gusta hablar de repercusiones económicas o políticas de la crisis del Japón mientras que se está peleando contra reloj para evitar una catástrofe nuclear pero en todo caso, como voy a hablar de algo diferente y sólo toca mi argumento de forma lateral, voy a citarla.
Me da la impresión de que Zapatero todavía guardaba la secreta esperanza de que realmente la crisis estuviera a punto de terminar y de que la situación mejorase en el entretiempo que va desde las elecciones municipales y las generales. Cabalgando sobre esta mejora económica podría presentarse a las elecciones con alguna baza y hacer un papel digno e incluso, sabe Dios, ganar las elecciones.
Dice el refrán que la esperanza es lo último que se pierde pero si este escenario ya era harto improbable sin que sucediera nada, los últimos sucesos en el norte de África con la consecuencia del alza del precio de la gasolina y el drama japonés de seguro harán más difícil la recuperación.
Con esto desaparece la última esperanza socialista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario