Últimamente el tema de ETA ha estado bastante en los medios a colación de la posibilidad de que Batasuna se presente a las elecciones, con el comentario de fondo del presidente de que los pasos de ETA/Batasuna no caerán en saco roto.
Teniendo en cuenta mis dudas de que esté habiendo una negociación como tal (salvo algunos contactos entre socialistas y batasunos) y dejando de lado mi profunda discrepancia con que esta negociación se produjera, lo que sí es interesante es ver un poco cómo se plantea la situación.
Salvo sorpresa mayúscula, ETA no dejará las armas antes de las municipales por lo que aquí se la siguiente situación. Batasuna necesita es entrar en las instituciones para lo que necesita presentarse a las municipales de mayo por lo que si el gobierno cede un ápice en su compromiso de exigir como condición de que se legalice que rompa inequívocamente con ETA o que ETA entregue las armas a cambio de una promesa, lo que habrá pasado es que los proetarras ya habrían conseguido lo que quieren sin dar nada a cambio y no tendrían ninguna motivación o presión para exigir a ETA que desaparezca. Por su parte, el gobierno tendría que soportar el terrible desgaste de haber permitido que los que apoyan el terrorismo estén en las instituciones.
Además, un escenario de Batasuna renegando de ETA no lo acabo de ver. Aunque esto ya lo analizaré en otro post.
Se mire por donde se mire, mi opinión es que entrar en este juego es un suicidio para el gobierno.
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