Uno de los beneficiosos efectos iniciales del cambio para el gobierno ha sido que al ganar peso Rubalcaba y no desvelar el presidente si se presentará o no, la oposición no sabe si a por quien tiene que ir es a por Rubalcaba, en previsión de su futura candidatura, o a por Zapatero, verdadero responsable del gobierno. Hay un cierto dilema en el sentido de que si se centra en el vicepresidente, el presidente aún siendo el responsable final no sufre desgaste pero si se centra en el presidente, es Rubalcaba quien sale libre.
A mi entender la solución es clara: hay que tratarlos como a un pack. Toda crítica hacia Rubalcaba debe ir vinculada a una crítica a Zapatero que, al fin y al cabo, es el responsable y viceversa, cuando interese, críticas a ZP deben incluir la coletilla de que Rubalcaba ha estado involucrado en ellas al tener una posición privilegiada en el gobierno. El planteamiento es tratarlos como si no hubiera diferencia entre ellos.
De todas formas, mi impresión es que en breve las cosas se normalizarán y que el presidente volverá a ser presidente y Rubalcaba volverá a tener un papel secundario.
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