Otro de los elementos que hay que tener en cuenta de cara a valorar las posibles opciones de Tomás Gómez como candidato en Madrid es el hecho de que pretende presentarse como una opción de cambio frente a Esperanza Aguirre. En cierta forma se intentaría hacer un paralelismo entre esta situación y el cambio de gobierno que llevó a la Moncloa a ZP.
Dejando aparte los dramáticos sucesos que fueron determinantes para el cambio de partido en el gobierno, lo cierto es que Zapatero logró recortar la diferencia del PP las semanas antes de las elecciones. Este avance socialista, sin embargo, estaba precedida por un desgaste del gobierno de Aznar, por lo que ante el descontento de una parte importante de la población se podía argumentar la necesidad de un cambio. La situación actual es diferente. Esperanza no ha sufrido mucho desgaste a pesar de los años que lleva en el gobierno. Tomás Gómez no ha logrado en el tiempo que ha estado como líder de la oposición desgastar a su adversaria significativamente por lo que no hay percepción de una necesidad de cambio.
Quitada esta baza poco le queda a Gómez para desbancar a Esperanza Aguirre.
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