Pons ha acusado a Rubalcaba de estar detrás de las filtraciones del caso Gurtel relacionados con Ana Mato para, según él, tapar la Convención del PP. Es posible, pero la realidad es que la postura y las declaraciones de Aguirre sobre el tema Cascos ya de por si son suficientes para distorsionar el eco de la misma.
En todo caso, lo que sí ha logrado transmitir la convención es una imagen de euforia en las filas populares, euforia que el propio Rajoy ha intentado matizar hoy para no "vender antes de tiempo la piel del oso". El discurso popular ya transcurre por los cauces previstos: idea de cambio, esperanza de que con esfuerzo se puede salir de esta, asociar al PSOE con pesimismo y al PP con optimismo y posibilidades y, en definitiva, vender espectativas.
Ante esto la réplica socialista volviendo a remover el caso Gurtel es poca cosa pues lleva muchos meses en los periódicos y la opinión pública ya lo tiene amortizado. También han intentado jugar la baza de la división, aprovechando el caso Cascos pero esto tiene poco recorrido pues ante la previsión de la victoria pocos se mueven.
Poca pólvora.
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